¿SERÁ QUE NOS CONVIENE O NO?
Jessica Castiblanco
Será que la privatización de las universidades es una salida para mejorar la calidad? Esto a manera cierta aún no se sabe, pero la ministra de educación María Fernanda Campo dijo que desde un comienzo se trataba de una propuesta para discutir, la lanzó sin haber construido previamente ningún apoyo a la propuesta, a la que se oponen tanto los rectores de las universidades públicas como las de las privadas. Y aunque ha organizado foros, estos parecen más diseñados para convencer a los otros de su lógica que para negociar una visión compartida con la academia, pero es que esta nueva propuesta en la educación es muy diferente a la que se ha venido trabajando en el país y de cierta manera no se sabe si va cumplir con las expectativas propuestas ya que no se ha hecho un análisis en nuestro país en el cual se garantice que es favorable en todo sentido, que beneficie a los estudiantes, maestros, gobierno y hasta los padres de familia.
Las reformas que aún no se saben si van a prosperar o no, han sido y son un gran dilema para nosotros los estudiantes de las universidades públicas y privadas ya que como se argumenta no nos van ha beneficiar y que la educación sea de mejor calidad no lo sabemos porque ni siquiera la ministra lo sabe.
Básicamente, la academia -tanto pública como privada- consideramos que la reforma propuesta por Campo no va a fortalecer la investigación de alta calidad y tampoco responde a la crisis financiera de las universidades, que es más bien una reforma que entrega la suerte de la educación a las empresas privadas y estas muy seguramente harán ajustes que no nos van ha beneficiar a los estudiantes como se debiera.
Pensar hacer una reforma en la educación como se plantea en nuestro país es ver más allá de una idea ya que se tienen que tomar varios puntos en cuenta, hacer un análisis previo, una investigación muy pero muy profunda tomando la opinión de varias personas expertas en el campo e ir implantando poco a poco estos mecanismos ya que en nuestro país nunca se había creado una educación como la que se propone.
Creería que es mejor hacer una evaluación para saber que tan conveniente es la reforma en la educación, buscando terceros que se hagan cargo de las universidades y hacer un consenso de cuántos son los beneficiados y cuántos los afectados no solo en las instituciones públicas sino en las privadas también.
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