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jueves, 8 de septiembre de 2011

NOTICIA

EL DETERIORO DE LOS MONUMENTOS DE TUNJA


Todas las madrugadas el zaque de hunza era llevado a los cojines en lujosas andas. Rodeado de los jeques e indígenas y de numerosos músicos que amenizaban el recorrido con música y ritmos al son de flautas, fotutos, pitos, trompetas, caracoles y tambores. Cuando salía el sol en el firmamento por el oriente en línea hacia Ramiriquí el zaque de hunza se arrodillaba en las dos piedras sagradas y oraba en común unión con los sacerdotes muiscas  y con las gentes  devotas  de la divinidad solar. Los aborígenes oraban, cantaban, danzaban y en algunos días especiales hacían los sacrificios de los moxas, que eran niños de 12 años consagrados al sol, a quienes se les sacaba el corazón como una ofrenda sagrada  a xué o zuhé el astro rey; con su sangre se rociaban las piedras sagradas de los cojines del zaque.
Los cojines del zaque son dos piedras en forma circular, talladas en una roca de gran dimensión por los indios chibchas. Este monumento indígena se localiza en el occidente de la ciudad de Tunja, al iniciarse el alto de san lázaro o “loma de los ahorcados” y cerca de la vía que va a villa de leyva, pero lamentablemente es otro de los tantos lugares  que se encuentran en estado deteriorado ya que pareciera que las historias que nos recuerdan han sido borradas de la memoria de los tunjanos.
Se olvidaron de Bolívar
¿Qué pensaría el libertador simón Bolívar si observara su monumento lleno de grafitis, rayones, rotos y hasta caninos que se acercan a él para hacer sus necesidades? Tal vez desilusión y tristeza porque pareciera que el pedestal de la estatua no les interesa y mucha menos su historia.
Tal vez muchos de nosotros  vamos a la plaza de Bolívar nos comemos un helado, le damos maíz a las palomas ó simplemente cruzamos con afán sin percatarnos de la estatua que esta en todo el centro y hasta  algunos no conocen su historia ni del porqué esta allí; como es el caso de Myriam Rodríguez una tunjana que lleva viviendo en la ciudad 36 años y dice que es Bolívar pero del porqué esta allí no lo sabe y tampoco le interesa su estado de dejación ya que ella prefiere que le hagan arreglo a las vías de la ciudad por las que tiene que transitar todos los días y no a una simple estatua como ella lo llama.
Miguel sarmiento es un hombre de 72 años de edad al que le gusta salir todas las tardes a sentarse  en la plaza de Bolívar a ver como vienen y van las personas que transitan por el lugar ya que como él argumenta no le gusta quedarse en la casa solo así que no tiene más remedio que pasarse la tarde sentado con su amigo Bolívar.
Miguel comenta  llevo varios años en esta rutina y nunca he visto quien le haga reparaciones  o algún tipo de mantenimiento a la estatua, lo que le parece inaudito ya que siendo uno de los símbolos más representativos de Tunja  no sea tratado como tal”.
La estatua de Bolívar data de 1883 y aunque inicialmente estaba destinada a colocarse en Bogotá finalmente  por motivo del centenario de la independencia Núñez la regalo a Boyacá y fue inaugurada  en conmemoración  a la batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1891.
Dora Cifuentes argumenta “este tipo de monumentos deben tratarse con respeto porque son el legado de una historia que de cierta manera nos representa   no solo a los boyacenses sino como colombianos y da mucha tristeza que se encuentren rayados y llenos de basura”. Dora propone que como comunidad debemos organizarnos y hacer una limpieza a algunos de los monumentos de nuestra ciudad.
¿Qué pasa con los otros monumentos?
 El monumento a Bolívar o los cojines del zaque no son los únicos monumentos y sitios turísticos de la capital boyacense  ya que también encontramos el pozo de Hunzahúa (el pozo Donato) el cual esta lleno de basura y algunos jóvenes lo transitan no precisamente para ver su hermosura y disfrutar de la tranquilidad que se siente en el lugar sino por el contrario van a consumir vicio allí. Y que tal el mono de la pila que representa el Dios del silencio  ubicado en la plazoleta de la calle 20 con carrera 8: cuenta la leyenda  que se debe hacerse silencio al colocarse frente al mono  y simbolizaba la recogida del agua de la pila, las personas no conversaban para hacerlo más rápido y sin distracciones pero al parecer el silencio no es lo que reina en las noches cuando se escuchan peleas en ese sector.

En la glorieta del norte de la ciudad de Tunja en donde se bifurcan las vías para Sogamoso y Bucaramanga, se localiza el monumento ala raza indígena, con el cual se recuerda el sacrificio de Aquimín, el último zaque de Tunja pero  tal vez no fue suficiente el sacrificio de este zaque para que lo traten con respeto porque todas las tardes se pueden observar algunos desechables tratando de refugiarse bajo la sombra de este monumento y a lo que Mario Infante un  policía que estaba en el sector respondió “siempre se   trata de sacar a estas personas del lugar pero es que ellos siempre vuelven
Observar los monumentos en ese estado no es orgullo para Tunja  y deben tratarse con respeto  para que la ciudad se vea más bonita y los turistas que la visitan queden impactados no solo con el monumento sino con el buen estado y la limpieza que los debe caracterizar ya que hacen parte de nuestra historia pero por ello no deben quedar como tal “hechos historia”


                                                                                               





CUENTO

EL PUEBLO MÁS EXÓTICO

En el fondo de una gran montaña donde pareciera que se funde el cielo con la tierra se encuentra un hermoso pueblito amable, aséptico y muy tranquilo que recibe a varios turistas en el año, no solo por su exótico paisaje sino porque allí hay gran variedad de sitios llamativos culturales y arquitectónicos como: la hacienda de baza, una casona construida hace más de 200 años, famosa por sus columnas talladas en piedra, puertas y ventanas en madera con figuras de animales 
 
                                







 Su monumento a la diosa de la lluvia, cuenta un mito muy importante del lugar en el que sus habitantes muy preocupados porque sus cultivos se estaban secando; uno de los hombres llorando y rezando al cielo decía: por favor dioses  que caiga agua del cielo por que mi cultivo se esta secando y mi familia esta aguantando hambre y ya no sé que hacer, en esos momentos apareció una especie de humo gris en el cielo con la cara de una mujer muy hermosa y de allí salieron muchas gotas de agua a lo que los aldeanos  llamaron: la lluvia.                            
                                       








También podemos encontrar las piedras de bayeta, que es una leyenda muy famosa en el lugar, donde se cuenta el pacto que hizo el diablo con un humilde campesino.
- el diablo le dijo al humilde campesino: te reto a construir un puente que atraviese el pueblo, antes de que el gallo cante por tercera vez
 al amanecer
-el campesino acepto tentado  por el oro que este le iba ha dar si él construía el puente.
Al amanecer el campesino antes de que el gallo cantara por tercera vez  logro construir el puente y el diablo muy enojado le pego una patada a las piedras que lo  conformaban, esparciéndolas por toda la vereda y de las cuales todavía se pueden observar.

Y no podemos olvidarnos de la cascada en el alto de la virgen ya que quienes la visitan aseguran recibir paz y amor en su interior. Y como si fuera poco sus aguas cristalinas, extensa vegetación y arquitectura colonial son otros de sus grandes atractivos en el lugar.


CUENTO

LA CENICIENTA



Hubo una vez, hace mucho, mucho tiempo una joven muy bella, tan bella que no hay palabras para describirla. Se llamaba Cenicienta
Cenicienta era pobre, no tenía padres y vivía con su padrastro, un hombre  viudo muy cascarrabias que siempre estaba enfadado y dando órdenes a  grito entero.



Con el padrastro  también vivían sus dos hijas, que eran muy feas e insoportables. Cenicienta era la que hacía los trabajos más duros de la casa, como por ejemplo



Limpiar la chimenea cada día, por lo que sus vestidos siempre estaban sucios o manchados de ceniza, por eso las personas del lugar la llamaban cenicienta. Cenicienta apenas tenia de amigos, solo a dos ratoncitos muy simpáticos que vivían en un agujero de la casa.
El padrastro de cenicienta siempre había sentido una gran atracción por ella ya que la muchacha era muy hermosa así que se atrevió a pedirle matrimonio pero ella se negó por eso él la trataba muy mal y con gran desprecio.
   Un buen día, sucedió algo inesperado; el Rey de aquel lugar hizo saber a todos los habitantes de la región que invitaba a todas las chicas jóvenes a un gran baile que se celebraba en el palacio real.



El motivo del baile era encontrar una esposa para el hijo del rey; el príncipe! para casarse con ella y convertirla en princesa.
La noticia llego a los oídos de cenicienta y se puso muy contenta. Por unos instantes soñó con que sería ella, la futura mujer del príncipe. La princesa!
Pero, por desgracia, las cosas no serían tan fáciles para nuestra amiga cenicienta...
El padrastro de cenicienta le dijo en un tono malvado y cruel: - Tú Cenicienta, no irás al baile del príncipe, porque tu serás mi esposa y te quedarás aquí en casa fregando el suelo, limpiando el carbón y ceniza de la chimenea y preparando la cena para cuando mis hijas regresen.
Cenicienta esa noche lloró en su habitación, estaba muy triste porque ella quería ir al baile y conocer al príncipe.
Al cabo de unos días llegó la esperada fecha: el día del baile en palacio



Cenicienta veía como sus hermanastras se arreglaban y se intentaban poner guapas y bonitas, pero era imposible, porque eran muy feas..pero sus vestidos...eran muy bonitos!
Al llegar la noche, sus hermanastras partieron hacia el palacio real y su padrastro se dirigió a una vieja taberna del reino mientras cenicienta, sola en casa, una vez más se puso a llorar de tristeza.
Entre llanto y llanto, dijo en voz alta: - ¿Por qué seré tan desgraciada? Por favor, si hay algún ser mágico que pueda ayudarme... Decía cenicienta con desesperación.
De pronto, sucedió algo increíble; se le apareció un hada Madrina muy buena y muy poderosa.



Y con voz suave, tierna y muy agradable le dijo a cenicienta; - No llores más, te ayudaré.
De verdad? dijo cenicienta un poco incrédula...pero como vas a ayudarme ? no tengo ningún vestido bonito para ir al baile y mis zapatos están todos rotos!
La hada madrina saco su varita mágica y con ella toco suavemente a cenicienta, y al momento...oh!, que milagro! un maravilloso vestido apareció en el cuerpo de cenicienta, así como también unos preciosos zapatos.



Ahora ya puedes ir al baile del palacio cenicienta, pero...ten en cuenta una cosa muy importante: tú vestido a las 12 de la noche... volverá a ser los harapos que llevas ahora.
Hay algo más que debes saber, delante de la casa te espera un carruaje que te llevará al gran baile en palacio, pero a las 12 de la noche, se transformará en una calabaza Bien, dijo cenicienta, ya soy feliz, solo por poder ir al baile.



Cuando cenicienta llego al palacio, causo mucha impresión a todos los asistentes, nadie nunca había visto tanta belleza, cenicienta estaba preciosa!
El príncipe, no tardo en darse cuenta de la presencia de esa joven tan bonita. Se dirigió hacia ella y le preguntó si quería bailar.

Cenicienta, dijo si!, claro que sí! Y estuvieron bailando durante horas y horas...



Las hermanastras de cenicienta no la reconocieron, debido a que ella siempre iba sucia y llena de ceniza, incluso se preguntaban quien sería aquella chica tan preciosa.
Pero de repente...oh!, dijo cenicienta, son casi las 12 de la noche, mi vestido esta a punto de convertirse en una ropa sucia, y el carruaje se transformará en una calabaza!
- ¡Oh, Dios mío! ¡Tengo que irme! le dijo al príncipe que estaba en sus brazos bailando.



Salió a toda prisa del salón de baile  bajó la escalinata hacia la salida de palacio perdiendo en su huída un zapato, que el príncipe encontró y recogió.
A partir de ese momento, el príncipe ya sabia quien iba a ser la futura princesa... la joven que había perdido el zapato!, pero..Caramba!, exclamo el príncipe, pero si no se ni como se llama, y mucho menos donde vive!
   Para encontrar a la bella joven, el príncipe ideó un plan. Se casaría con aquella que pudiera calzarse el zapato.
Envió a sus sirvientes a recorrer todo el reino. Todas las jóvenes, chicas y mujeres se probaban el zapato, pero no había ni una a que pudiera calzarse el zapato.



Al cabo de unas semanas, los sirvientes de palacio llegaron a casa de Cenicienta.
El padrastro  llamó a sus feas hijas para que probasen el zapato, pero evidentemente no pudieron calzar el zapato.
Uno de los sirvientes del príncipe vio a cenicienta en un rincón de la casa, y exclamo: -eh!, tu también tienes que probarte el zapato! Pero su padrastro exclamo que ella era su esposa, así que los sirvientes desistieron de su idea  y auque ella intento decir la verdad su padrastro se la llevo de inmediato.
A los pocos días el padrastro de cenicienta se la llevo muy lejos y se  caso con ella obligándola  a permanecer por el resto de su vida a su lado y mientras tanto  dejo a sus hijas en su antigua casa.
Después de muchos años el príncipe perdió la esperanza de encontrar  a aquella mujer tan hermosa, así que decidió casarse con una de las hijas del padrastro de cenicienta ya que ella había insistido mucho.
Cenicienta nunca más volvió a ver al apuesto príncipe, vivió desdichada con su esposo  en un lugar muy lejano hasta el último de sus días.
FIN.


CUENTO

LA HACIENDA EL MOLINO
LOS DUENDES SALEN A BAÑARSE EN LUNA LLENA



                                                                    Hacienda el molino
En las noches de luna llena salen 17 duendes a jugar el la pila de la hacienda el molino ubicada en Tibaná; se bañan y hacen una que otra maldad a quienes  pasan por el lugar a altas horas de la noche, la hacienda tiene un aspecto deteriorado, cundida de pasto, con grietas y sus paredes a punto de caer, pero cuando salen los duendes este lugar se transforma en la hacienda más bonita y de una hermosura jamás vista; la pila es el lugar ideal para estos duendes ya que su agua es cristalina y mágica.
Esta hacienda fue construida hace 400 años con el molino más grande de la región y de allí salía la harina más fina y exquisita, pero ahora  se encuentra en total abandono y al pasar por enfrente da miedo.

Es muy conocido el caso de  Genaro Galindo un campesino que vivía cerca del lugar ya que una noche él se dirigía a su casa con unos tragos de más, al pasar por enfrente de la hacienda los duendes le bailaron, cantaron y hasta jugaron con él gran parte de la noche. Desde ese día Genaro no dormía, no comía y tampoco era el mismo ya que siempre estaba como ido y había dejado de reír porque antes de aquella noche el era una persona muy alegre así lo conocían sus vecinos.
La hacienda que hoy en día es un sitio turístico y muy visitado por extranjeros encierra un gran encanto ya quien lo visita le causa gran curiosidad hasta el punto de no poder sacarse la imagen durante unos tres días de la cabeza.
Este lugar místico de  400 años pertenecía a una familia muy pobre, quienes no tenían ni para comer, así que un día el esposo  le dijo a su mujer “construiré el molino más grande de la región para que tú y los niños no pasen hambre” y la mujer muy entusiasmada le respondió “así será esposo mío” el esposo construyó el gran molino, el más grande de varias regiones y de el salía la harina más exquisita. Esto sirvió para que la familia saliera de su pobreza y se convirtiera en una de las más adineradas del sector. A raíz de esto una mujer que tenía fama de bruja en la región le coqueteaba al señor y pasado unos días este dejó a su mujer y se caso con la llamada bruja.
                                                          Molino viejo
Tiempo después empezaron a construirse las fábricas y los molinos empezaron a decaer en su producción, así que la hacienda el molino no fue la excepción y cada vez se escaseaba más las moliendas, la mujer cada vez se ponía más furiosa y regañaba a su esposo.
Como ya no había tanta producción el molino empezó a descender rápidamente hasta caer en quiebra, un día el hombre decidió buscar a su antigua mujer ya que todavía la seguía amando pero la bruja no se resignaba a perderlo.
La bruja ya cansada de que su marido  no la quería y se veía a escondidas con su antigua mujer decidió abandonar la casa una luna llena, pero antes de irse hizo una maldición “la casa estaría hechizada hasta la eternidad”.
Algunos meses después el señor ya cansado y  enfermo murió así que la hacienda quedó en manos de su esposa e hijos, pero desde ese momento empezaron a suceder cosas extrañas en el lugar, así que la mujer y sus hijos se fueron del lugar y nunca más se volvió a saber de ellos.
                              Duende
La hacienda quedando abandonada era el lugar ideal para algunos aprovechados que querían adueñarse  de esta, pero al ver y escuchar lo raro del lugar salían huyendo despavoridos. Esta historia se repetía una y otra vez pero hoy en día nadie se atreve  a entrar al lugar.
En la actualidad la hacienda el molino no tiene dueño y tampoco nadie quiere hacerse cargo de aquel lugar tan tenebroso. Nadie quiere pasar en luna llena por el lugar ya que tienen miedo de ser “atacados por los duendes”  o por los espantos que puedan tener la casa del molino.

CRÓNICA

SOLO VIVO DE MIS RECUERDOS
La plata se acaba



Una mujer de familia prestante, que comía en vajilla de plata, contaba con empleados hasta para ir de compras; pinturas italianas hacían parte del ajuar de la casa, casa que tenía tres patios grandes, comedor de dieciséis puestos y muebles minuciosamente tallados, eran algunos de los lujos que poseía Leonor Camargo Espulidory, sobrina del ex presidente colombiano Alberto lleras Camargo. Pero hoy solo  le quedan sus valiosos recuerdos.

Verla limpiar retrato por retrato tan cuidadosamente me hace pensar que le vienen muchos recuerdos a su mente, que tiene mucho para contar  y  mientras ella  observa esas fotografías sé que  le despiertan sentimientos de alegría y nostalgia al mismo tiempo, por ello conserva los retratos como un tesoro en la sala de su casa. Me dice –“aquí esta Carlitos mi papá, en esta Lleras con la mamá Sofía, aquí mis hermanos y el sagrado rostro, es una pintura en lienzo traída de Italia por el  abuelo papá Cristóbal”. Mientras lo esta limpiando le pone un jarrón con

cartuchos amarillos. El sagrado rostro es para mi lo que tengo de compañía.

 Años de gloria

La casa ubicada en Sogamoso  era bastante grande ya que ocupaba parte de la carrera 11 con 12 y hasta la 15. Donde hoy en día queda el  juzgado, Pasadena y algunos edificios, la casa era una calle pero  al cuadrado, ¡chiquita no! en ese momento me acuerdo de Pasadena; donde el techo todavía conserva la estructura de palos y teja de barro y el piso es empedrado lo que me hace suponer que allí quedaba alguno de los tres patios de la casa. –“También estaba La hacienda llamada Suescul con caballos de paso, de pony, y habían otros raritos no eran tan altos ni tan chiquitos como el tamaño de una burrita, no eran pony eran otra raza yo no sé cual sería”.
Leonor Camargo es la menor de ocho hijos y la única viva de la  familia, por ello recuerda a cada miembro de su hogar como si aún los estuviera viendo. En ese momento se me acerca y me dice –como es de  chirriada -  me acaricia el cabello – tan bonito todo ondulado,


por eso doña “leito” como le dicen de cariño me describió a sus siete hermanos; tres mujeres y cuatro hombres, -Virginia la mayor de las mujeres tenia los ojos azules claros y la boca muy chiquita, rosadita, no era fea y el pelo rubio, era muy blanca. El italiano (el hermano menor de los hombres) me dijo -“un día que le iban a poner una inyección a Virginia  parecía una esperma de blanca” ella como no se dejaba ver, era una cosa exagerada de lo blanco. Lucrecia la tercera de las mujeres era con el pelo más blanco y yo le decía que tenía ojos de loro porque los ojos eran amarillos y el pelo era rubio. Lupercio el tercero de los hombres  era de pelo mono, pero los ojos ya eran verdes, las pestañas muy crespas y yo salí con ojos feos todos oscuros porque mamá era de pelo rubio y ojos claros, Cecilia la segunda de las mujeres tenia el pelo más oscuro con los ojos grises, como verdes y el pelo de papá era finiquitico una cosa como lanita era un pelo delgadísimo más bonito todo ondulado y tenia los ojos achocolatados; él si tenia los ojos como los míos.

Mi papá era general de la república los hermanos de mi papá Santiago y Jorge Camargo también eran generales, y de los tíos, Gabriel Camargo era un gran médico y estuvo mucho tiempo de profesor en una  universidad, allá le hicieron un busto, Eusebio estaba de cónsul en Venezuela y uno de ellos murió  en la batalla de san Luis, era capitán, no recuerdo su nombre. Ellos eran Camargo, familia de política; como Alberto  el tío y de generales como papá.

                          Leonor Camargo Espulidory


En cambio la familia de mamá era artista; ella era hija de un italiano; mamá era Espulidory Mendoza. Un tío de mamá  estuvo en la escala de Milán en Italia, fue porque le gustaba mucho la música clásica él fue a Italia a un concierto en la escala “dígame semejante potencia” y allí  dijeron que perdonara el público que no podían presentar la opera porque se había enfermado el director de la orquesta, entonces Rafaelito el tío de mamá se levantó y les dijo que si permitían que un colombiano dirigiera la orquesta para que no devolvieran boletas y se fuera el publico. Él de repente  y sin ensayo de nada se  subió a la tarima y dirigió toda la opera; salió aplaudidísimo, les gustó mucho y cuando  Rafaelito se vino para Colombia le dio fiebre amarilla; se murió en la mitad del mar, no alcanzó a llegar.

La familia Espulidory era toda artista eso  no se le puede negar, Antonieta, mercedes y Lucila Espulidory hermanas de mamá eran unas hachas para el piano, la música, clásica de opera. Antonieta formó la orquesta con los hijos  y ellos tocaban de todos
los géneros;  las tres hermanas tocaban bellísimo, lindísimo y la voz de mercedes la mayor era soprano e interpretó muchas operas, era la solista y Lucila hacia la voz altísima una cosa lindísima, ella murió de una úlcera. Jaime único hombre compuso unos boleros inéditos, tocaba muy bien el saxofón. Aunque la mamá de mi papá Mercedes Angulo  era cantante, tenía una voz muy bonita y ella era una mujer muy hermosa pero el abuelo era tan celoso que  le tapaba la cara con un velo.
Después de contarme un poco de historia de su familia continúa describiéndome  sobre la casa;
-El abuelo, papa Rafael construyó la casa  a estilo Nápoles italiana, esa casa era grandísima, mamá contaba que habían traído  unos pintores italianos para pintar la casa en fresco, mejor dicho la pintura de fresco era en pared de adobe, era una pintura sumamente fina, una belleza, linda claro que eso se fue acabando, en ese momento la interrumpo y le pregunto qué porqué – “mamá iba vendiendo por pedazos la casa ya que como estaba enferma y algunos de mis hermanos también la plata se necesitaba” y ya solo quedaba pintada únicamente la sala y el cuarto de piano.  Por eso se había procurado tenerla con cuidado ya que estaba llena  de flores y de frutas, de uvas pintadas, por eso la llamaban la viña y quedaba donde ahora   queda Pasadena; esa era la pura entrada de la casa.
                         Adorno de la casa

Vida de sus hermanos

Después de escuchar la descripción de la casa e imaginarme lo hermosa y grande  que era le pregunto que hacia ella y los hermanos, en qué trabajaban
- Lupercio mi hermano   trabajaba en la interpol, esa que ahora le cambiaron el nombre, la compañía esa de petróleos, le digo que si Ecopetrol y me dice que si, -“era el jefe de personal de tierra y a él le tocaba estar pagando sueldos a todos los trabajadores, comprar terrenos y tenia  que montarse en jip para ir a las montañas por donde pasaban las ventas de petróleo”. Una vez Lupercio se fue  con un aviador hacer negocios con un indio, ellos le tenían fiesta porque iban a negociar con el cacique;  sentaron a Lupercio y al aviador para  que escucharan música y les ofrecieron chicha; Lupo decía que no recibía pero al final tomó. A la salida  les dieron muchos regalos pero cuando  se fueron a subir  el avión pesaban mucho, así que  Lupo dijo: que para qué querían esos cacharros y además el avión no subía con ese peso, así que se fueron botando todo por el camino y a la casa llego con una olla lo mas de bonita y una marimba.
                                                                                 

 Mis hermanos viajaban mucho -Lupercio  hacía hasta cinco viajes por día en el avión, Lupercio adoraba mucho a mamá, él llegaba, saludaba y se iba. A veces hacia una llamada o un  Marconi  porque él viajaba mucho.
Leonel el italiano era notario y trabajaba con el cabezón Rodríguez un amigo de papá pero ese señor a mi nunca me dio confianza porque a el italiano lo iban ascender de cargo y él tenía  un carro azul y  se lo rompieron allá, quedó vuelto nada, como si lo hubieran cogido a palo, también le hacían amenazas por eso a él le dio mucho miedo y tuvo que retirarse del cargo, al poco tiempo  ascendieron  al cabezón Rodríguez, entonces   Leonel puso su almacén de artículos extranjeros.

Mientras prepara un chocolate voy tomando algunas fotos de cuadros que se encuentran en el lugar, me causa curiosidad uno de ellos donde hay algunas mujeres y un hombre con pinta de extranjero, le pregunto que si son los hermanos – “ellas son mis hermanas y el italiano” entonces quiero saber qué hacían las mujeres -En la casa ninguna mujer fue a la universidad, solo a el colegio La Presentación con las monjas porque papá qué nos iba a dejar ir solas  para Bogotá. Las mujeres solo tocábamos piano “risas” el día era: tocar, comer y  leer; teníamos muchos libros, cuando se calló la casa se llevó un poco de estos, la biblioteca que había era terrible. A papá no le gustaba que uno fuera el sirviente de nadie, nos decía: -“no niñitas ustedes no son sirvientes de nadie eso de que tengan jefe y después comiencen a mandarlas y a gritarlas eso no”, él no permitía. Siempre quisieron consentirlo a uno, decía: ustedes no se están muriendo de hambre. En la alcaldía le dieron trabajo a Lucrecia y papá no la dejó porque llegaba la gente con groserías y a él no le gustaba eso, no le gustaba la vulgaridad; en la casa de lo que yo me acuerdo nunca se oyeron groserías ni de mamá ni de nadie, hasta bonito.
                                  Familia Camargo Espulidory
Mis papas tenían mucha plata y viajaban muchísimo, ellos ya de edad tuvieron un viaje de luna de miel “risas” aunque no entiendo porqué también me rio, pero fue cuando el italiano estaba en el colegio puro jovencito, dijeron que se iban a visitar a Jorge un sobrino de papá a Popayán; se encantaron de la vida allá en Buenaventura y todos esos lados, a mi me dejaron con una niñera, con la Margarita porque  yo era muy chiquita todavía. Duraron un año por  allá, ahora si entiendo del porqué la risa y le digo que estaba muy cortica la luna de miel, ella se vuelve a reír, -“mi mamá aprendió a nadar en Buenaventura y cuando llegó  nos decía andén niñitas para Paipa a las piscinas ya que  ella era feliz nadando”. Nos levantábamos desde  las cinco de la mañana los miércoles porque las lavaban ese día y estaban limpias así que  cada ocho días era para piscina porque le  gustaba nadar a ella. Llegábamos a Paipa y como en Paipa no habían casi hoteles ni nada, había una señora que tenía un kiosco y allí ella preparaba los almuerzos y las onces: después nos veníamos por la tarde.

Las fiestas en sociedad

En diciembre nos reuníamos en las posadas y nosotros de chiquitos nos arrimábamos y nos daban galletas, Lupo se las echaba al bolsillo. Nos reuníamos con muchas familias aquí de Sogamoso  una fiesta en un  patio,  otra en otro patio y así.  Nos reuníamos con los Arenas con el José Félix Patiño, los Reyes Guarín, eran las familias más destacadas de la ciudad. Había baile hasta el amanecer eso si era rico  y en Duitama eran los piquetes donde los Salamanca.
Los Espulidory tenían unas fincas y parte de lo que reunían allí era para la noche buena es que eso eran los fiestonones; eran  con orquesta, ponían unas mesas grandísimas en el patio arregladísimas con flores y se reunía mucha gente y yo lucia en cada fiesta un vestido diferente, nunca los repetí; utilizaba vestidos largos, un buen par de zapatos, guantes hasta los codos, peinados altos y no podían faltar las estolas y como hago cara de que no entiendo me dice que eran unos chalecitos finísimos, eran de piel de animales pero solo se utilizaban  con vestidos elegantes y carteras de pedrería,  pero ahora los 31 de diciembre me salgo a la puerta por hay a ver las luces, eso es así sola; vida triste. Ella se agacha y se limpia los ojos, no dice nada,  a mi se me alcanza ha escurrir una lagrima y en ese momento no se que decirle así que  hay unos minutos en silencio…

 Mientras se para y me sirve el chocolate me sigue contando –“en mi casa me consintieron mucho; con ropa fina y joyas; no me quejo yo si tuve, por hay tengo algo que me quedó”. Lucrecia y Leonel me compraban abrigos finos de hecho solo los vendía un señor y eran carísimos, carísimos. Lupo cuando a mi me gustaban unos zapatos me decía le compro otro par. Recuerdo la casa caída  y él con unos zapatos debajo del brazo que me había traído, haber si me gustaban. Me consentían mucho y eso fue lo que me perjudicó yo nunca pensé que me iba  a pasar una cosa de esas tenia todo y vine a quedar sin nada y sin hermanos. Uno pensaba que le iban a durar toda la vida, pero que se le  puede hacer.

En la casa teníamos empleados, a mamá le gustaban los muchachos para el servicio a veces habían 3 mujeres y 3 hombres es que se necesitaban porque la casa era grande, papá salía a la puerta haber quien hacia los mandados porque no le gustaba que nosotras fuéramos a las tiendas nos decía: -“no no no niñitas que van a ir por allá “esa educación como tan esmerada” porque no nos enseñaron a cocinar, yo aprendí a cocinar cuando se calló la casa  y eso era para risas, me daba miedo que explotara la estufa “risas”. Un día Lupo infló una bomba mientras yo cocinaba y la explotó así que  me agaché  a rezar y decía: “dios mío Jesucristo” lo que hice fue coger la olla y votarla por toda la cocina y después de la risa el Lupo se calló por pisar la comida.

                      Padres de Leonor Camargo

Después de un tiempo la casa se fue acabando y lo que quedaba de nosotros era lo de Pasadena. Hacia la esquina de la casa  había una mata grande y altísima a la que se le prendió el buganbil y se veía hasta bonito -no haberme tomado una foto - había tanta flor de olivas, muchos Guamos, frutas  y ahorita en eso hay un lote ciego.


La casa se calló

Cuando estaban instalando el acueducto en Sogamoso;  por ese sector al parecer se rompió un tubo y la casa se empezó a llenar de agua, así que al poco tiempo la casa se calló. Hace 20 años  se calló la casa, papá murió con la noticia la noche que la tumbaron el 5 de mayo y  a Lupercio le dio un paro cardiaco.  después de unos días  le siguió Lucrecia (hermana),  ella era profesora de música y murió de pena moral.
Con la caída de la casa la gente nos robo casi todo, se entraban a la casa y sacaban las cosas a escondidas, se robaron hasta la ropa y la loza. En ese momento nos dijeron que nos iban a responder por los daños pero que eso tardaría un poco –“yo nunca pensé que tardarían más de 10 años para darme esta casa en la que vivo”. así que nos fuimos a vivir con Lucrecia y Leonel a un lote donde no había nada, no había agua, la llave quedaba pegada  encima de una mesa y para sacarla se regaba la mitad hacia la mesa y uno ponía un plato y salía un tris de agua “risas” y cuando llovía tocaba tener un paraguas porque la choza estaba llena de huecos y con decirle que todas las medias que yo tenia eran para tejer  y tejer el techo, eran medias americanas de esas largas y como allá no las usábamos, las cogimos para  tapar y para que  no se entraran los animales, les tenia mucho miedo, además no había luz y hacia un frio, era como estar en una tumba yo sentía un frio por debajo de las suelas de los zapatos  como  si le  hubieran echado hielo en los pies; me daba miedo y yo era ponga tapetes.

Después de esas anécdotas Le pregunto ¿qué había pasado con los otros hermanos?
Me dice-“ya habían muerto entonces le digo que cómo?  Me cuenta uno por uno y de que edad murió: - Rafael el mayor de todos, murió muy pequeñito, no había cumplido los tres años, Bernardo estudió medicina y un día dando un discurso de política lo mandaron matar, el tenía 22 años, Virginia estaba muy enferma y le hicieron una transfusión de sangre y murió; tenia como 25 años, Cecilia murió de trombosis a los 60, Lupercio murió de un paro cardiaco cuando se calló la casa a los 67 y Lucrecia murió de pena moral  al mes de la muerte de Lupercio; Leonel murió de problemas en los riñones a los 55 años y ahora solo quedo yo, pero le digo que tiene la fortuna de estar bien de salud, me responde –“gracias a Dios” Afortunadamente a mis hermanos no les tocó tan duro como a mi, yo era la menor la que vi morir a todos, cada vez que había un enfermo me llamaban: Leonor mi mamá se agravó y salga corriendo yo no hallaba qué hacer, esas bajadas de tensión que le daban me daban mucha tristeza; eso es muy duro y todos se amañaban conmigo, mamá era al pie mío, ella no me dejaba, me decía  Leonorcita. Estando mamá en el médico un día yo llegué cansada y Lupercio tenia unas botas de un soldado, yo no sé de donde las consiguió, hasta bonitas y me dijo mídaselas, esa noche se agravó mamá, llamaron a los médicos y yo de puro afán de que mamá estaba mala no me di cuenta que tenia las botas, me quedaban grandotas eran numero 44, entonces el médico tocándole el pulso a mamá me miraba y me miraba, él no decía nada era callado y Leonel decía tienen que ponerle cuidado es a Leonor, yo no me daba cuenta de qué y yo con semejantes botasazas “risas”.
Después de reírnos hay una pregunta que quiero hacerle desde hace rato y por fin logro hacerla ¿porqué no se caso ni tuvo hijos? Papá no quería que yo me casara porqué él no me iba  a permitir irme de la  casa; tuve varios pretendientes pero siempre estuve enamorada de uno nomás, él llegaba con presentes a la casa pero nunca se formalizó nada. Hace poco él murió y tampoco se caso ni tuvo hijos así como yo, entonces le digo que si no se arrepiente de no haberlo hecho –“en ese momento no me interesaba casarme, de mis hermanos solo uno se caso aunque su esposa murió muy joven  y tuvieron dos hijos que viven en EE.UU. ahora si me hubiera gustado casarme y tener hijos para no estar tan sola.  
Me dice –“un día la muchacha  de Saludcoop, Pilar me dijo: señorita Leonor le voy a pedir un consejo, me caso o no me caso usted que dice o me quedo así soltera como usted, le dije eso si a mi no me pregunte porque no puedo decirle si usted se casa cásese con una persona que la trate bien y que no vaya a sufrir pero si no se casa también sufre le dije, no hay como el respaldo de otra persona porque o sino  uno tiene que estar haciendo de todo y respondiendo por todo sin haber una persona que le ayude en nada.

Es dura la realidad

La plata se acaba eso no dura, cuando me quedé sin nada y ya todas las propiedades se habían desgastado porque primero se moría uno después el otro, tocaba pagar los médicos, la enfermedad de mamá duro mucho tiempo, la caída de la casa, todo lo que nos robaron. Entonces cuando me quedé sola   le dije a Norita la que me dio la casa en la que vivo a cambio del lote de la casa que se había caído que me diera un local porque a mi me gustaba el comercio y ella me respondió no Leito eso haga empanadas, me ofendió tanto la vieja, yo pensé porque no las hace ella que si sabe hacer empanadas, era muy pretenciosa.

 Le preguntó que porqué teniendo una casa tan grande solo le habían dado esta más pequeña, - uno de tonto, pero ya a mi edad no podía ponerme a exigir, de pronto me dejaban en la calle, así que la acepte. Le pregunto cómo se siente viviendo en la casa, -Estar solo es muy triste a veces uno se levanta y es muy duro darse cuenta de la realidad  o que se esta soñando con ellos y despertarse es muy difícil, no hay con quién hablar y decirle lo que me preocupa y uno busca pero no hay nadie. Me ha pasado que voy a decirle esto y a quién voy a decirle, a nadie es feo, si es triste.
Hace falta la compañía, estar solo es muy triste es pesado la muerte de la mamá, es violenta, en el momento en el que murió mamá me sentí tan sola pero tan sola yo no hallaba para dónde coger, ahí me dio un derrame tan duro, porque uno se acostumbra al hogar a su familia y a todo; en medio de un suspiro dice: es duro y parte el alma, si señor. Me  doy cuenta que se pone muy triste y tiene ganas de llorar así que me paro de la silla y ella también.

En seguida me muestra un álbum donde hay algunas fotos de cuando se calló la casa y me dice que les busque el derecho, cuando encuentro las fotos me dice: -“hay en los corredores hay unos buques pintados en la pared del piso hasta el techo y en el techo había otro buque. Cada columna es de estilo Nápoles”. Quedo asombrada de ver las fotos porque las pinturas son bellísimas así que le tomo algunas fotos.

                   Buques pintados en la pared.